- octubre 31, 2017
- MORROPON
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Estoy aquí, gracias a una invitación de la Municipalidad
Distrital de Morropón, que manifiesta, con este evento, la preocupación que
existe en torno al TONDERO como una expresión folclórica de este bello pueblo
que nos acoge.
Soy maestra por formación y convicción, así que asumiré mi
aporte como una lección y, en las lecciones, el maestro siempre debe transmitir
la verdad sustentada en el estudio y en la revisión de los documentos que la
sustenten.
Se habla siempre que el tondero se origina en Morropón, que
el tondero es único y que por tanto no debiéramos referirnos a él como tondero
de tal sitio o de tal parte. Creo firmemente que la expresión de los ánimos,
ansiedades y proyecciones de un pueblo, que en este caso es el TONDERO no debe
ser exclusiva ni excluyente. Ninguna expresión popular, más allá de la vida
misma, es pura. Siempre hay elementos directos e indirectos que forman parte de
dicha expresión. Tondero es el resultado de una serie de manifestaciones que en
el tiempo con los sonidos y las expresiones verbales conformaron esa expresión
tan bella y cadenciosa que hoy nos preocupa. Todo lo que el ser humano expresa
tiene la influencia en primer lugar de la persona que lo expresa y esa persona
ha recibido en su formación familiar una serie de aspectos que en su vida misma
y en el reflejo de una idea o expresión y de un baile también se pondrán de
manifiesto. La naturaleza misma, la composición orográfica, el paisaje, el
comportamiento del clima, todo lo que constituye parte de la vida se refleja en
una expresión artística, en una construcción poética, en una expresión de
baile. Y aquí estamos, ocupados en este aspecto de la vida, es decir, en el aspecto
que nos señala la presencia de un baile al cual queremos preservar, más, ¿Cuál
es el tondero que debemos preservar? O en todo caso y mirándolo de otro ángulo,
¿Cuál es el tondero que hemos heredado? Podemos escudriñar en la tradición para
tratar de encontrar el origen más, todos sabemos que las apreciaciones son solo
eso y que siempre están cargadas de los convencimientos y aspiraciones de las personas que quieren muchas veces
dejar sentada su propia posición.
No soy erudita en la materia más considero que hoy, lo que
pretendo es ofrecer una clase respecto de este tema y como maestra lo que puedo
decirles es que encuentro una serie de
inconsistencias respecto al TONDERO pues esta manifestación difiere de un lado
a otro. No quiero criticar el esfuerzo de quienes organizan concursos para que
los participantes se expresen. Tampoco es mi intención, herir siquiera, las buenas
intenciones de los grupos y academias que han tomado este baile como bandera de
sus presentaciones. Quiero si llamar la atención a las autoridades para que
tomen el tema como me parece que debe ser asumido.
El TONDERO debe ser
preservado más dicha preservación no se debe circunscribir a la vestimenta ni a los colores de la misma.
Las gentes de Lambayeque no se visten igual a las gentes de Morropón ni tampoco
las de Sechura se visten igual a las de Catacaos u otras comarcas aun cuando
éstas disten unos pocos kilómetros unas de otras. La esencia del TONDERO radica
en su estructura musical, en lo cadencioso que es cuando miramos absortos a la
pareja que está enamorada del baile y que lo quiere expresar así. En todo caso,
lo que busco establecer aquí es la NECESIDAD impostergable que hay para que se
establezcan los criterios sobre los cuales se debe sustentar dicha
preservación. Muchas veces, en aras de ofrecer un buen espectáculo se hacen
presentaciones que despiertan a las tribunas por lo forzado que se ven dichas
figuras hechas al son de la música y entonces surge la pregunta ¿Eso es
tondero? Creo que no, eso es producto del entusiasmo no solo de las academias
que quieren resaltar su trabajo y también de quienes bailan pues están guiados
por el ánimo de ganar una presea. Sin embargo aquí no se trata de una presea
cualquiera. La presea debe ser el baile cuya esencia debemos preservar, cómo?
Establecido criterios inamovibles en las bases de los concursos y que las bases
sean aprobadas por las autoridades competentes.
Ustedes tienen que preservar el tondero como lo viven.
Morropón 29 de octubre, Día del Tondero, del 2017.
PROF. NELLY VICTORIA PARRA DE ALBÁN
JEFA DE LA OFICINA DE EDUCACIÓN Y CULTURA
MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE PIURA.
- octubre 24, 2017
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Y AHORA ¿COMO BAILAMOS?
JOSE
LUIS CARLIN RUIZ
A propósito de
la cercanía del XXVI Festival Nacional de Tondero y Cumanana que organiza la
APAFA de la IE Santa Rita, es momento de hacer un alto y mirar hacia atrás y
preguntarnos ¿Qué hemos o que le hemos estado haciendo a nuestro tondero?.
Desde 1987 en el distrito de Morropón se inició este evento con carácter
distrital, hoy a más de tres siglos de haber nacido este hermoso baile en las
haciendas morropanas, muchos de los bailarines participantes se hacen la
pregunta y ahora ¿Cómo bailamos? Y es que desde que incursionaron en los escenarios
de Piura, Lima; etc.; su natural baile
se vio “obligado” a sufrir una innecesaria metamorfosis todo para “ser
aceptados” en estos concursos que se promocionan bajo el título de “concursos
nacionales de tondero”.
Cuando converso con muchos difusores de esta preciada joya, ellos
manifiestan ser “discriminados” en concursos que se realizan en Lima, Piura,
Trujillo; etc. Ellos manifiestan: “la pareja tal, quería ganar como sea y por
eso bailó como los de la academia”, “ tenemos que bailar así con coreografías y
figuras, sino nos descalifican”, “El año pasado (2016), en el Club Grau de
Piura nos sacaron a todos los de Morropón, hasta a la Sra. Julia Bello, los de
las academias habían reclamado que como era posible que nos acepten, cuando
ellos se la pasaban todo el año pagando y ensayando, que no era justo que los
morropanos se alisten de un día para otro y pretendan ganar”. A los jurados no
les gusta nuestra vestimenta, dicen que es muy sencilla…” Expresiones como
estas, manifestadas por los propios bailarines, me dejan desconcertado, ¿Cómo
es posible que se intente imponer pasos, figuras y coreografías que no son
propias del tondero? ¿Cómo es posible que permitamos, aceptemos y nos
dobleguemos a los intereses particulares de las academias? Vinieron a Morropón,
llevaron nuestro baile a los escenarios, lo modifican y ¿Quieren que los
morropanos bailen como ellos quieren?
Lamentablemente
muchos de nuestros bailarines “han caído” en el juego, y ya desde hace muchos
años, que vemos en la pista de baile a morropanos, que tratan y/o intentan imitar
un baile de academia, perdiendo su naturalidad, su salero, su picardía, autoimponiéndose
una forma de bailar que no es la suya, le han agregado, pasos y figuras que no
tienen absolutamente nada que ver con el significado del tondero: ejecutan el
baile llevando en la mano accesorios, bailan de forma independiente, están más
preocupados en llamar la atención del público o de algún jurado, dejando de lado
a su pareja, se olvidan de que el tondero es un permanente cortejo del varón a
la mujer y en consecuencia el verdadero tondero, corre el riesgo de quedarse en
el recuerdo.
El Gobierno
Regional Piura, emitió la ORDENANZA REGIONAL N° 374-2016/GRP-CREl en la que en
una de sus disposiciones finales dice textualmente: “DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS FINALES: Primera.- DISPONER que, a
efectos de velar por la pureza, elegancia y espontaneidad de esta expresión
tradicional propia de nuestra región, de ningún modo el Tondero deberá estar
sujeto a reglas coreográficas ni parámetros técnicos que distorsionen su
originalidad como ha ocurrido con otras expresiones folclóricas. Todo pacto en
contrario será nulo de pleno derecho. Los cultores, compositores,
investigadores, organizaciones culturales y académicas que lo promuevan,
deberán velar por el estricto cumplimiento de esta disposición de orden público”.
Esta ordenanza,
con carácter de ley, está hablando de un tondero puro, elegante y espontáneo,
es decir esta hablando del tondero que nació en la hacienda de Morropón, del
que se bailaba en el chicherío, en la plaza, en la jarana, del tondero que bailó
Pedro Farfán con Carmen Almestar (referencia de los años 70, 80 y del 90),
del tondero que baila la “Morena de Oro”, Julia Bello (referencia de nuestra década), del tondero que hemos visto
bailar a un Percy Vega niño, de ese tondero estamos hablando, de ese tondero
que le dio la gloria a Morropón, que le dio el título de cuna y capital del
tondero, de este hermoso baile al que defiende no una sola persona o un grupo de
personas sino que ahora también tiene el respaldo de una ley de alcance regional. No estoy diciendo que deben bailar "igual o exactamente" a Don Pedro Farfán, a Percy Vega o como la Sra Julia Bello, deben bailar, como les nace, pero como dijo Pedro Alvarado "sal a bailar y no hagas cojudeces".
Me pregunto cuál
es verdadero propósito de realizar concursos como el del Club Grau, ¿La
promoción del tondero como baile o promocionar academias de bailes y danzas
folclóricas?
Si el propósito
fuera lo primero deberían “decirle” a su jurado que es un concurso de Tondero y
por lo tanto deberán calificar baile de Tondero y su vestimenta, de ser lo
segundo no deberían llamarle “concurso de Tondero” sino más bien “Concurso de Tondero
Piurano” o lo que es igual “Concurso de tondero de academia”, así de simple.
Tal vez entonces, ya no tendrían en sus pistas a los morropanos, porque, acá no
se baila “tondero piurano”, ni “tondero de academia”, acá se baila “tondero”.
Ha llegado el
momento de “pone en valor” esta joya llamada tondero, joya de hace más de tres
siglos, nuestros naturales bailarines donde vayan, deben lucir con orgullo su
traje, deben bailar “tondero”, en su absoluta esencia y significado.
El Festival que
organiza la APAFA de la IEP Santa Rita es nuestra principal plataforma para
iniciar esta reivindicación, el jurado debería conocer y saber de “tondero”,
apreciarlo y valorarlo. Las bases deben ser claras: si se quiere y por la
costumbre debe indicar “se calificará tondero morropano”, sobre esto último,
existe el equivocado concepto de que “si dice así, no vendrán parejas de otros
sitios”, mentira, quien no quisiera ganarse una banda en la propia cuna del
tondero, quien no quisiera lucir una banda ganada en el propio Morropón, yo les
digo estimados bailarines si ustedes, obligados por unas reglas de concurso,
fueron capaces de “mutar” su natural forma de bailar el tondero, porque los que
vienen de fuera no podrían adaptarse a nuestro medio?.
Asumo el reto
de continuar promocionando y difundiendo desde mis posibilidades el tondero, pero
no es suficiente, debemos hacerlo todos juntos, empezando por quienes tienen la
destreza de bailar y de enseñar, por quienes tenemos la habilidad de escribir y
comunicar, solo así, nuestros nombres
quedarán grabados en la historia de Morropón y el tondero, así como el Pilán,
el Cerro de la Cruz o el Maray, se levantará por encima de todos y vivirá por
siempre.
¡Que viva
Morropón!
¡Que viva el
tondero!
Morropón,
24 de octubre del 2017.
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